México ocupa el primer lugar en el mundo y el estado de Michoacán, a su vez, toma el primer lugar en México en la producción de aguacate. En el estado de Michoacán produce el 36,5% de la producción mundial. Ante el éxito económico de las huertas de aguacate, la superficie del cultivo crece día a día. Sin embargo, hay varios problemas de entre los cuales abordaremos dos de ellos: a) la disminución de la superficie del bosque, con su consecuente pérdida de la biodiversidad; b) la degradación del suelo y del ambiente ante la mala selección de los sitios de establecimiento de las huertas, ya sea por clima o por condicione edáficas o ambas.
Para el desarrollo de las plantaciones de aguacate es necesario determinar las condiciones edáficas óptimas para los aguacates en crecimiento, ya que se han observado diversos fracasos en el establecimiento de las huertas de aguacate por la selección de suelos que no cumplen los requisitos para el crecimiento de la planta, suelos poco profundos, suelos arcillosos, suelos que se encharcan, suelos pedregosos, entre otras propiedades de los suelos que impiden su crecimiento.
Hemos realizado observaciones de campo y una revisión de la literatura para identificar los requisitos de aguacates a las condiciones de suelo, entre las que destacan: la profundidad del suelo, estructura, densidad aparente, textura, pedregosidad, pendiente del terreno, entre otras.
A nivel regional para cada taxón suelo hay un intervalo bastante estrecho de variación de las propiedades que se pueden interpretar en términos de la idoneidad de un suelo para el cultivo de aguacate. Los grupos de suelo más aptos para el establecimiento de las huertas de aguacate son: Andosols, Umbrisols, Cambisols ándicos. Estos suelos permiten un buen crecimiento y desarrollo de las raíces del aguacate. Estos suelos son como unas grandes esponjas que retiene y almacenan agua y nutrimentos. Pueden carecer de fertilidad química pero sus condiciones físicas son las que determinan su buena aptitud agrícola para el aguacate.
Otros grupos como los Luvisoles, que son marginalmente aptos, pueden trabajarse para lograr el establecimiento del aguacate, por lo que se invierten recursos en las labores de movimiento de tierra (enormes surcos), la elaboración de los hoyos y la fertilización. Mucho manejo de suelo que permite el cultivo del aguacate por pocos años. El cultivo de aguacate en Luvisoles ocasiona la degradación del suelo y en los cuerpos de agua por azolve y contaminación.
Los suelos no aptos para el establecimiento de huertas de aguacate son: Vertisoles, Regosoles y Leptosols.
Una buena selección de los suelos para el establecimiento de las huertas para el cultivo del aguacate permitirá:
- Evitar la pérdida de recursos económicos por el fracaso en el establecimiento de las huertas en sitios de nula aptitud del suelo, como Leptosols, Regosols y Vertisols.
- La conservación del bosque en aquellas zonas con suelos de aptitud marginal y de no aptitud.
El aguacate es el oro verde cuando se cultiva en Andosols pero con el clima adecuado, cuando no es así, se convierte en degradación de suelos y cuerpos de agua, en pérdida de la biodiversidad, pérdida de la inversión y en afectaciones a la salud humana.